Es una decisión difícil, que requiere a veces de mucho tiempo antes de dar el paso! Ya ves que estas pasándolo mal, que repites errores y esquemas, algo está bloqueado y duele. Estás harta/o, cansada/o, tienes ganas de avanzar, pero a la vez tienes miedo!!! Pues ésa es la 1ª etapa: pensarlo, contemplar que este tipo de enfoque te pueda ayudar. Implica además que no reserves la terapia a la gente que “tiene un problema”.
En Gestalt, no somos psicólogos, no tratamos trastornos psicológicos o psiquiátricos. Nosotros acompañamos, ayudamos a avanzar, a poner el foco en las cosas, a que te puedas liberar. Eres tú quien hace el trabajo.
Cada cual es libre de no abrir su caja de Pandora, y de seguir así, más o menos bien, con su vida.
Pero cuando se sabe todo lo de que nos podemos librar, esas creencias a las que nos aferramos, esos mecanismos que nos protegen, pero que al final nos limitan… Esa costumbre de mirar afuera en lugar de mirar adentro… Podemos pensar con total honestidad que la terapia es un proceso esencial si queremos gozar de una vida plena.
Es una de esas “decisiones regalo” más naturales de nuestra vida.
La magia de la terapia es romper los límites autoimpuestos, y descubrir que ¡existen muchas otras posibilidades!